La piel es el órgano más extenso y expuesto de nuestro cuerpo. En ellas se manifiestan enfermedades puramente dermatológicas (ej. Cáncer de piel), como así también enfermedades sistémicas (aquellas que comprometen varios órganos) siendo a veces la piel la primera e ser afectada. Así es como la dermatología a través de la observación directa en una consulta de rutina, tiene la oportunidad de detectar tempranamente la patología "interna". Las enfermedades reumáticas son una de ellas, el LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO y la PSORIASIS son ejemplos clásicos, donde además del compromiso articular, éstos pacientes tienen afectación de la boca, el cuero cabelludo, uñas , etc. 

De todo ésto surge la importancia  del trabajo en equipo para realizar  un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno.

Respecto a la patología exclusivamente dermatológica, destacamos la importancia del "CHEQUEO DE LUNARES" anual para la población general, o según corresponda en cada caso en particular. El chequeo de lunares  o control de nevos consta de un examen visual del paciente, de 10 -20 minutos de duración, con un dermatoscopio, que es una lupa de gran aumento, que permite al dermatólogo detectar lesiones sospechosas  o malignas y actuar en consecuencia